El Bar Calders es uno de esos bares de barrio a donde me encanta ir y, siempre que voy, me encuentro como en casa. Y es que su popularidad se ha ido forjando entre los barceloneses por su buen rollo, su decoración de bar cercano, sus platillos y su fantástica terraza ubicada en un callejón peatonal.
Es una de esas terrazas de Barcelona de referencia cuando quieres una cervecita y «un picar algo» fácil y a un precio muy asequible.