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Las terrazas de la Plaça Bacardí son definitivamente una de las delicias que regala el barrio de Horta.
Es, junto con las plazas de Gràcia, las de Sarrià, la de de Sant Pere o la de Osca, una de las plazas que más conserva su aire de plaza de pueblo.
La actual plaza Bacardí lleva el nombre de Alexandre Bacardí de Janer, político, abogado, escritor y terrateniente propietario de las tierras, y las calles adyacentes los nombres santificados de su mujer y de su hermano.
En 1870, cuando Huerta todavía estaba poco poblada y empezaba a atraer gente acomodada deseosa de plantar sus torretas de veraneo, Alexandre de Bacardí inició la urbanización de la zona que ocupaba su casa de veraneo. La finca era inmensa y ocupaba terrenos que iban desde el Carmel e integraban las masías de Can Grau, Can Mans, Can Don Juan y Ca la Andalet. Detrás de los actuales cines Lauren, donde actualmente se encuentra la escuela regida por monjas estaban su mansión con grandes jardines y una gran balsa una huerta y árboles frutales.
Alexandre decidió parcelar su propiedad en emfideutes es decir, en perpetuidad por una cantidad de dinero anuales. En la parcelación, las calles que se crearon eran parte del terreno de su propiedad y las cedió al municipio, lo que le permitió elegir los nombre que quiso. Eligió el nombre de su mujer Amalia, el de su hermano Baltasar y su propio Alexandre, y convirtiéndolos en santos nacieron las calles de C. de Sta.Amalia, San Alejandro y San Baltasar. Los dos primeros aún subsisten.
Desde entonces la plaza Bacardí ha sabido mantener su aire de finales del s. XX y su tranquilidad gracias al hecho de que es peatonal y los coches no transitan por ella.
La bordean casas bajas con sabor a pueblo y bajo la sombra de sus árboles se ubican las terrazas de los bares La Bacardina, El Xapatín, Dúplex Gastrobar y La Filomena.
