La terraza del Bar Glaciar ha sido durante años una parada obligatoria en la ruta nocturna de la Plaça Reial, antes de lanzarse a la música del Karma o el Jamboree. Su decoración de cervecería de toda la vida – se mantienen sus columnas de hierro y su barra de mármol desde 1929, cuando abrió.
Si bien su oferta se basa en bebidas y bocadillos, no siendo por tanto la más atractiva de la plaza, su terraza sigue aún hoy intensamente poblada a cualquier hora de extranjeros y locales, con conversaciones que se cruzan y sillas encajadas una al lado de otra en cualquier época del año.