La terraza del Joanet es el placer de las pequeñas cosas. Algo difícil de encontrar en la urbanita y ajetreada Barcelona actual.
Porque ir a comer al Joanet es como ir a comer a casa de mamá. Un menú sencillo y casero y un trato familiar, unido a la terraza en una pequeña plaza del Borne donde los edificios se han conservado como antaño te regalan el mimo de las cosas sencillas y cercanas.