El Bar Calders es uno de esos bares de barrio a donde me encanta ir y, siempre que voy, me encuentro como en casa.
Y es que su popularidad se ha ido forjando entre los barceloneses por su buen rollo, su decoración de bar cercano, sus platillos y su fantástica terraza ubicada en un callejón peatonal.
Es una de esas terrazas de Barcelona de referencia cuando quieres una cervecita y «un picar algo» fácil y a un precio muy asequible.
EN EL CORAZÓN DE SANT ANTONI
En pleno corazón de Sant Antoni, escondido en un encantador callejón peatonal que se abre desde la Calle Parlament, se encuentra uno de los rincones más queridos por los barceloneses: el Bar Calders. Aquí el vermut no es una moda, es una religión. Su terraza, tranquila y siempre animada, es de las más cotizadas del barrio, perfecta para cualquier hora del día —desde el desayuno hasta los gintonics nocturnos—.
AMBIENTE DESENFADADO SIN ARTIFICIOS
Con un ambiente desenfadado y cercano, este bar de toda la vida se ha ganado su popularidad sin artificios: con platos sencillos pero bien hechos, buena música, vermut de Reus y una carta de picoteo que siempre apetece. Nachos generosos, patatas con tres salsas, embutidos de calidad, hummus casero, quesos, anchoas, conchas… Todo a precios asequibles y con esa sensación de que podrías quedarte toda la tarde.
Un lugar donde siempre te sientes bienvenido, donde es habitual tener que esperar mesa —sí, siempre está lleno— pero donde merece totalmente la pena. Además, en invierno la terraza sigue siendo un planazo gracias a sus calefactores.
Bar Calders es uno de esos sitios que no necesitan presentación entre quienes saben disfrutar de las pequeñas cosas en Barcelona: buena compañía, buena comida y un vermut bien servido en una terraza que sabe retenerte hasta que cae el sol.
¿Ya sabes dónde vas a hacer el vermut este fin de semana?