Fácil. Tú te vas de compras de cosas de diseño, y cuando te sobrepasa el síndrome de Stendhal por tanta belleza, sales a coger aire a la terraza de la misma tienda.
No es ésta una terraza que se publicite como tal. Incluso se dice habla de que es «clandestina», lo que la convierte en mucho más atractiva.
Elige tu motivo para disfrutarla, porque el mobiliario de diseño -no podía ser de otra forma en Be Concept- y la tranquilidad que se respira – un regalo en plena Diagonal- merecen la pena.